Nuestra institución educativa incentiva la temprana formación de un liderazgo que permitirá a cada niño y niña ser protagonistas de sus propias historias. Las comenzarán a construir explorando el mundo que los rodea en un ambiente en el que experimentarán con todo cuanto tienen a su alrededor de tal modo que su aprendizaje será tan divertido como significativo y útil para el diario vivir.
Trabajamos para que la educación en la primera infancia sea una experiencia única para niños y niñas inspirándolos a adquirir cada conocimiento, como una vivencia integral en todo su ser. Nos esforzaremos día a día por alcanzar esta meta en cinco años brindando a nuestros exploradores experiencias significativas que les permitirán reconocer y manejar sus emociones, descubrir valores cristianos y ponerlos en práctica. Nuestro trabajo formativo y de acompañamiento se encamina a lograr que en cada enseñanza niños y niñas sean los protagonistas de un aprendizaje personal y social que, más allá de adquisición de los primeros niveles del conocimiento, les dejará principios para su vida entera.
Cubrir y colaborar con las necesidades de la comunidad, para que los niños y niñas que están en primera infancia se beneficien de un lugar donde son acogidos con amor y calidez, y además desarrollen todas sus capacidades en los aspectos de carácter espiritual, emocional, intelectual, social, físico, psicológico y afectivo.
AMOR: en nuestra comunidad educativa se manifieste y demuestra aceptación plena y consciente de los demás. Consideramos que el amor es la fuerza que nos une con lazos sólidos en las diversas relaciones interpersonales.
BUEN TRATO: En nuestra comunidad educativa el respeto y la valoración de las necesidades y áreas de interés personal son esenciales. Promovemos una relación que se basa en el reconocimiento de cada otro, favoreciendo su desarrollo y generando una atmósfera bienestar y satisfacción compartidas.
RESPOSABILIDAD: En nuestra comunidad educativa cada persona es consciente de cada uno de sus actos, entendemos que estos no deben afectar de forma negativa a nadie, y nos hacemos responsables del bienestar de cada uno de los que la componemos.
LA ALEGRÍA: Nuestro trabajo busca que esta sea la puerta de entrada de nuestra comunidad educativa; El valor de la alegría se inculca en todo momento, en cada espacio y actividad, quien llega se contagia e irradia alegría, ama y disfruta lo que hace.
LA TOLERANCIA: acompañamos el desarrollo moral de nuestra comunidad educativa a través del reconocimiento de las diferencias inherentes a la naturaleza
humana, de la diversidad de las culturas, las religiones y las maneras de ser o de actuar, favoreciendo la convivencia armónica y pacífica entre las personas.
LA SOLIDARIDAD: buscamos sensibilizar a cada integrante de nuestra comunidad educativa, ejercitándonos en ver las necesidades que tienen los demás y disponiéndonos a estar prestos a ayudar a suplirlas.
EL AGRADECIMIENTO: nuestra comunidad educativa expresa actitudes de reconocimiento, agradeciendo todo cuanto recibimos de quienes nos rodean